¿Por qué no
practicamos en las organizaciones?
Cuando se
habla de “practicar” o entrenar, generalmente se refiere a profesionales del
deporte.
Una prueba de
lo anterior es el caso reciente de Adrián San Miguel, el “nuevo héroe del
Liverpool”, arquero que el West Ham dejará libre el 30 de junio; siguió
entrenando en el campo del modesto equipo UD Pilas. Finalmente, por la salida
del segundo portero del Liverpool se hace una oferta para llevarlo al club
Inglés y por la lesión del titular Alison ante el Norwich, termina alineando en
la final de la Superliga ante el Chelsea. El destino lo pone ante una gran
oportunidad, después de que él mismo comete un penal que significa el empate;
vienen los penales. Se habían realizado 9 tiros, y se habían acertado todos;
viene el décimo y Adrián lo detiene con la pierna derecha; Liverpool es el
campeón y él se convierte en el “nuevo héroe”.
¿Suerte?
Debemos buscar otra explicación, sería simple decir que fue sólo la fortuna; la
razón tiene más que ver con seguir practicando; Adrián no dejó de hacerlo,
trabajó esperando; de hecho agradeció al modesto equipo que lo alojó y cuando
partió a Inglaterra les dejó un cheque de agradecimiento por la hospitalidad para
que pudieran mejorar sus materiales y equipamiento.
En las palabras de Palo Coelho en su libro Aleph: “Para alcanzar la excelencia en cualquier cosa en la vida, hay que repetir y practicar”.
En las organizaciones debemos buscar maneras de liberar tiempo para practicar, y así poder aprovechar las oportunidades cuando se presentan.
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